Es curioso como empresas como la compañía telefónica española ONO han encontrado lo que (al parecer) es una nueva estrategia del para robar a sus clientes.
La estrategia consiste en lo siguiente: poner un costo ínfimo de una llamada que por contrato NO DEBERIA EN NINGUN CASO COBRARSE, dando por sentado que el cliente no se quejará, ya que el sólo hecho de llamar por teléfono a sus servicio de atención al cliente redunda en el cobro de dicha llamada por un costo SUPERIOR a la llamada cobrada ILEGALMENTE. O sea, que si uno llama para quejarse, como no dan un teléfono gratuito para ejercer este DERECHO DEL CONSUMIDOR, ocurre que de entrada uno PIERDE DINERO, y sin ninguna garantía de que le devuelvan el importe por el que pretende reclamar.
Pensemos, su esta cantidad se trata de (por ejemplo) 0,20 céntimos de euro por una llamada nacional que ESTA INCLUIDA EN UNA TARIFA PLANA, y los clientes no se moletan en reclamarlo (porque, como digo, es más caro que no hacerlo), hay que multiplicar 0,20 por la cantidad de clientes que fueron víctimas de este supuesto "ERROR" de facturación.
Por supuesto, este ejemplo no lo invento, lo he visto con mis propios ojos en la factura de este mes...
