En el mundo en general y en Latinoamérica en particular estamos presenciando un gran crecimiento en el número de delitos de todo tipo, incluyendo los muy crueles y violentos.
Las cárceles están sobrepobladas y las autoridades, las fuerzas de policía, etc. parecen incapaces o no deseosas de hacer más por cuidar de la seguridad de los ciudadanos, algo que es de su responsabilidad como representantes del estado.
Esto crea una hipótesis de supervivencia urbana mucho más cercana o plausible para la gente común que un ataque con armas de destrucción masiva o un cataclismo fenomenal; aunque esas cosas pueden suceder, es mucho más probable que nos roben o que incluso nos causen algún daño físico.
Si uno hiere o mata a un agresor se "compra" un enorme problema legal que significa mucho más para el honesto que para quien no lo es (es decir, el criminal, frente a los mismos problemas tiene una actitud diferente cuendo es capturado). Pero no hay problema más grande que ser asesinado; nadie quiere pasar por un tribunal, pero eso es mejor que morir.
O sea que en términos de elegir el mal menor es mejor tener que enfrentarse en un tribunal por haber matado a un asesino, a un criminal violento o a un violador que dejarse asesinar o en el caso de las mujeres, sufrir una violación.
Todo esto me lleva a considerar que si no se nota una tendencia dentro de muy poco en el sentido de que las autoridades mejoren esta situación, la población debería empezar a considerar armarse y entrenarse para enfrentar estos problemas. No es lo ideal, por supuesto, pues habrá una gran cuota de errores, accidentes, etc. pero tampoco, con la excusa del temor a todo esto hay que dejar de defenderse. No se puede educar a naciones enteras para ser cobardes.
Como contrapartida, hay que decir también que si la ciudadanía está armada, una invasión a un país, o la formación de gobiernos autoritarios resulta mucho más difícil. La práctica ha demostrado muchas veces que resulta imposible doblegar por la fuerza a toda una población armada y preparada para defenderse.
La supervivencia es algo instintivo, y abandonarse a la suerte o a la misericordia de los criminales es antinatural, absurdo. ¿Estará llegando la hora en la que cada ciudadano deberá defenderse a sí mismo? ¿Qué vamos a esperar? ¿A que nos maten?
Relacionados: