Hoy vi algo bastante raro en España, una señora negra que llevaba a su hijo colgado a su espalda gracias a una tela diseñada (supongo) para eso. Todos miraban a la mamá negra con su negrito a cuestas sorprendidos, pero la realidad es que lo que se debería ver con sorpresa es los carritos de bebés que pasaban también por ahí, con tres ruedas con cámara de aire, doble asiendo, suspensión y freno de disco. Mucho plástico y dinero invertidos en carros como ese.

Lo gracioso es que las señoras que usan esta técnica para transportar a sus hijos bebés son más "avanzadas" de lo que parece. Puede moverse con facilidad, porque de hecho llevan al chico como una mochila, mientras que los padres usuarios de carritos o cochecitos para bebés se chocan con puertas, tienen vedadas las escaleras tradicionales y dificultades en las escaleras mecánicas, les cuesta y/o pierden tiempo en subir a su hijo a un vehículo, tienen que esperar el ascensor en edificios, donde muchas veces ni siquiera entra el carro, etc. etc.
Siguiendo con la comparación, si a esto agregamos que los cochecitos o carritos para bebés solo son posibles en terrenos pavimentados (¿se imaginan llevar un carrito de esos a la montaña?

) ), está claro que la mochila lo que hace es aprovechar la fuente de locomoción primaria (nuestras piernas) de la forma más eficiente.
Es cierto (no lo podemos negar, y cualquier madre "de antes" lo sabe) que llevar a un chico a cuestas es mucho más cansador que llevarlo en un carrito, y está claro que por esto se popularizó este medio de transporte de niños. Pero aunque este tipo de cosas evita problemas de columna clásicos por llevar al chico en brazos, también es cierto que estos problemas de columna son mucho menos frecuentes si se lleva al chico como una mochila. De hecho, existen mochilas para transporta a bebés para en salidas de senderismo, trekking o actividades al aire libre. Tenemos un ejemplo en la foto que encabeza este post.
Por otro lado, el que la madre y/o padre hagan un cierto esfuerzo físico al transportar a su hijo (si lo hacen de forma en que eviten lesiones físicas, como en este caso, usando la mochila de forma correcta) no sólo no es perjudicial para la salud, sino todo lo contrario: ayuda a mantenerlos en forma.
Vemos entonces como la solución de la mochila es una solución práctica que nos acompaña como viajeros desde hace mucho, no requiere demasiado gasto y además (por todo esto) es mucho más ecológica, ya que rapidez y eficiencia en el contexto de la mejora del estado físico son virtudes propias de la ecología.
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