Igual que pasa con el resto de las personas con sus capacidades físicas potencialmente completas, las personas con discapacidad o discapacitados se benefician de la práctica de deportes o de la actividad física. Sin embargo, es evidente que es necesario hacer algunas distinciones cuando se trata del deporte para discapacitados, tanto desde el punto de vista de la persona con discapacidad como de los profesores que imparten esas clases.
De esta necesidad es que surgió el llamado "
deporte adaptado", es decir, el deporte cuyas reglas, instalaciones y/o materiales que usa son adaptados para que puedan ser usados por personas con determinadas deficiencias o discapacidades. Dentro del deporte adaptado podemos distinguir los deportes que son específicos para discapacitados (como el boccia o el gobball o goall ball ) del resto de los deportes por todos conocidos que se adaptan para ser practicado por colectivos específicos de discapacitados: discapacitados físicos (visuales, motores, auditivos, etc.), psíquicos para los que conviven con ambos problemas.
Además del deporte adaptado está el que se denomina "
deporte inclusivo o integrado", en el que se busca integrar a las personas con discapacidad con aquellas que no son discapacitados, de forma tal que todos pueda jugar a lo mismo sin problemas.
Por último, está el que se llama "
deporte normalizado", y se da cuando las personas discapacitadas practican el deporte normal sin adaptación alguna. Un ejemplo lo constituye el colectivo de sordos, donde en algunos países participa de torneos de atletismo, natación, etc. junto con los deportistas normales a nivel local, provincial, nacional o internacional. Dicho colectivo de cofósicos e hipoacústicos no acepta que se los discrimine, ya que dicen no tienen ningún impedimento que les impida participar con el resto de las personas normales en este tipo de disciplinas deportivas.
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