Desde hace ya algunos meses que una epidemia de dengue que empezó en Bolivia se propagó hacia otros países de la región. En la norteña provincia del Chaco, en Argentina, el dengue ya ha causado varios muertos y según todas las evidencias, también ha afectado a miles de personas. Este hecho es refutado por las autoridades provinciales, estrechamente aliadas con el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, quien ha hecho una práctica común de la negativa frente a toda clase de reproches, críticas o datos de la realidad.
En esta provincia típicamente agropecuaria ya se ha manifestado una fortísima sequía que sumada al conflicto que los productores agropecuarios mantienen con el estado nacional a causa de impuestos excesivos - en estos momentos, el 35% del bruto facturado por exportaciones, sumado a impuestos y tasas provinciales y otros impuestos nacionales - que están causando numerosos quebrantos, se debe agregar una hambruna entre los indios de la etnia Toba que ha causado también algunas muertes, y a la peculiar gestión de la esposa del gobernador, Sandra Mendoza, como ministro de salud provincial, quien no ostenta ningún título relacionado con actividades sanitarias.
Aquí podemos ver a la Sra. Mendoza cuando todavía era legisladora provincial en acción.
Y algo más reciente:
En manos de esta señora está la resolución de esta epidemia de dengue, enfermedad letal y muy contagiosa, para los que no lo sepan. Esta es la calidad institucional existente en la Argentina desde que los Kirchner han llegaod al gobierno nacional. En este sentido, han aparecido algunas denuncias que es interesante analizar tanto para estudiar los fenómenos de liderazgo como para entender la profundización de la emergencia sanitaria en aquella región:

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