Yo soy piloto y conozco a varios pilotos de línea. Hay gente que gana quince mil euros por mes, es cierto, pero son personas que tienen veinte o veinticinco años de experiencia como pilotos, con no menos de treinta mil horas de vuelo, y con un trabajo de enorme responsabilidad.
La mayoría de los pilotos no gana eso y se les está precarizando el trabajo con situaciones de inestabilidad laboral y financiera que repercuten directamente en su calidad de trabajo y por consiguiente, en la propia seguridad de esos pasajeros o personas que critican sin tener idea de lo que dicen.
Las compañías aéreas que están enfrentadas en una competencia feroz por vender asientos a precios que indudablemente y de acuerdo a los criterios de seguridad habituales se están vendiendo por debajo del costo normalmente disminuyen la seguridad en los vuelos y claro, se sienten tentadas de disminuir los salarios de los pilotos porque representan para ellas una erogación muy grande, y los ignorantes que critican al personal de vuelo en este tipo de situaciones lo que no entienden es que con ello están actuando solamente en desmedro de su propia seguridad: lo barato sale caro y yo puedo dar fe de la degradación de la seguridad aérea por la fanática carrera por disminuir costos.
¿Sabían por ejemplo los señores pasajeros que en prácticamente todos los aviones B-747 hay una pieza en una cerradura de una de las escotillas de la bodega de carga delantera que se ha probado que falla y deben ser cambiadas? ¿Saben los señores pasajeros que la nueva pieza producida por la compañía Boeing cuesta unos dos mil euros y está disponible desde 1987? ¿Y sabe el ingrato público que casi ninguna compañía operadora de esos aviones - incluyendo a las españolas - hace el cambio porque les costaría mucho dinero tener en tierra a sus aviones durante uno o dos días?
Y ciertamente los pasajeros no saben que por esos dos mil euros las compañías están dispuestas a asumir como riesgo calculado que mueran todos los pasajeros de un avión. Hay miles de aspectos que comprenden la actividad aérea en los que se puede mejorar la seguridad o reducir los costos sin caer en cosas mezquinas. ¿Y encima les quieren hacer el trabajo más fácil?
Si esos demagogos creen que un "obrero" puede volar una aeronave, entonces ¿cómo es que no hay obreros volándolas? ¿Por qué no se animan a dar potencia y salir volando por su cuenta? Claro, es fácil hablar, pero tener la capacidad de aprender a volar ya es otra cosa...
A esto debemos agregar que un piloto de línea puede recibir, en cualquier momento, una notificación que le indique que su carrera se ha acabado por razones psicofisiológicas. Esa es una de las razones por las que debe ganar bien, pues necesita asegurarse el futuro, que pende de un hilo debido a la cantidad de exigencias muy elevadas que se le hacen: un aviador puede tener que retirarse a los treinta y cinco años por causas de salud...
Estos pilotos debe completar toda una batería de pruebas médicas, psicológicas, etc. cada seis meses si es que comandan una aeronave comercial de transporte de pasajeros. El resto de los pilotos debemos hacernos esas pruebas una vez por año, y si las cosas no están bien, se terminó.
Una fractura en un brazo puede terminar con una carrera en la aeronáutica, cosa que no sucede en el caso de toda esa gente que está protestando; la muerte de un pariente, un divorcio, etc. puede causar la suspensión de tu licencia por meses, hasta que te hagan una nueva serie de pruebas.
Las compañías aseguradoras no ten dan pólizas cuando se enteran que vuelas, y de cualquier manera, hay que pagar cosas que son costosísimas, pues en la aeronáutica todo tiene precio de oro: una bujía de encendido de un avión pequeño cuesta no menos de treinta euros. Un tornillo: un euro, una tuerca, un euro con veinte. Los aviones no son autos y los pilotos no son choferes.
¿Un curso de piloto comercial? Cincuenta mil euros. ¿Una adaptación para volar un tipo específico de aeonave? Diez mil euros. Antes de llegar a ganar sueldos de "señoritos" las personas que vuelan deben hacer cuantiosas inversiones que sobrepasan con mucho los cien mil euros en concepto de educación y entrenamiento, y si esa inversión no tiene un rédito a la medida, entonces carece de sentido.
En el caso de los pilotos militares, el entrenamiento ya se ha calculado en un millón cuatrocientos mil euros: eso es lo que vale un piloto, señores, y si la sociedad está dispuesta a pagarle mucho más a once tipos que patean pelotitas en un estadio, también debe estar dispuesta a hacerlo con su gente valiosa y altamente entrenada y más talentosa que la media, sean pilotos, arquitectos o atletas. Suena como arrogante, pero es la verdad.
La responsabilidad de tener que volar una aeronave que cuesta decenas de millones de euros llevando un par de cientos de personas todos los días no es lo mismo que habitar un cubículo en una oficina anónima y vender cosas que nadie necesita, y evidentemente, no cualquiera puede siquiera soñar con ser aviador: hay que tener una salud a toda prueba, estar mentalmente sano según el criterio de varios psicólogos y psiquiatras, y en principio, no se puede tener absolutamente ni el más mínimo problema de salud.
A esto hay que agregar que la carrera de piloto es sumamente costosa e implica una serie de compromisos que van mucho más allá que abrir la billetera. Y así me podría extender más sobre los "señoritos", y yo le diría a quienes se dan el lujo de criticar tan a la ligera, que traten ellos de llegar a ser pilotos y después me cuentan.
Y me olvidaba: hay que tener un coeficiente intelectual similar al que se necesita para ser médico o ingeniero, que indudablemente no tiene la mayor parte de la población. En una escala de cero a diez, para ser piloto hay que estar en un 9,5 como mínimo en intelecto, estado físico, salud física y mental, actitud, criterio, etc.
Si señor: el trabajo de un aviador debe estar bien pago porque no es un trabajo cualquiera. Si se quiere seguridad en el vuelo, no se puede pretender que el mismo resulte gratis ni por la tarifa, ni por el trabajo del persona aeronáutico, y sí señor, un piloto es un "señor", y no un "señorito", y por algo te dan los galones, mientras que los que critican a lo sumo pueden aspirar a llevar sandalias, y al que no le guste, que viaje en tren.
¿Pero para qué digo todo esto? Yo tengo mi propio avión, y sé lo que es seguro y cuando no lo es. Si quieren matarse, son libres de hacerlo.
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