Eso - por suerte - en Argentina no es tan problemático: aquí alguien que consume alcohol o narcóticos es visto como una persona con problemas, y salvo en el caso de algunos adolescentes que son vistos como particularmente descarriados, es un estigma el aparecer un lunes con resaca.
Desde luego que los hay, pero generalmente se asocia ese comportamiento con accidentes bastante estúpidos, por más trágicos que sean, como el de la discoteca Cromañón, donde en 2004 murieron casi doscientas personas por una combinación de negligencia de los dueños del local, corrupción de las autoridades municipales de Buenos Aires que autorizaron la apertura del comercio en cuestión, y la soberana estupidez del público, que en algunos casos concurrió a un recital en el local - con el increíblemente fuerte nivel de sonido que se alcanza en los recitales - con bebés y niños pequeños a los que los colocaron en una guardería improvisada en un toilette.
Y claro, entre tanta inflación de falta de inteligencia tenía que aparecer uno con fuegos de artificio, encendidos dentro del local

, cosa que terminó en un incendio. Pero precisamente eso es materia de tontos y no moneda corriente.
No pretendo parecer un insensible frente a una tragedia así - y lo quiero subrayar - pero la mejor manera de evitar que eso se reitere es haciendo que cada uno se comporte como un adulto responsable, y para eso hay que decir las cosas como son, y no como le gustaría a algunos que fueran. El que pierde control sobre lo que hace se estupidiza, y en ese contexto hace estupideces que invariablemente terminan mal, ya sea porque poco a poco su cerebro va sufriendo daños neurológicos - hecho comprobado - o porque comete algún acto como el que describí, que acaba en una tragedia de proporciones mayores.
Sí, recuerdo que ya hace algunos años justo estuve para año nuevo en Noruega; concretamente en Trondheim, y la cantidad de gente alcoholizada, y la combinación con el frío que hacía y el consumo de alcohol que llegaba a tal punto que había vómitos por todas partes me causó un profundo estupor.
Que me disculpen los que encuentran eso divertido, pero a mí me parece que freírse las neuronas con alcohol y drogas es una manera bastante idiota de gastar tiempo y dinero y aunque sea, el solo hecho de aparecer frente a los demás como un monigote sin los giróscopos en buen funcionamiento es desde mi punto de vista, indigno para con uno mismo.