El asiento eyectable es una de las principales herramientas de supervivencia de los pilotos militares hoy en día. Se empezaron a utilizar durante la segunda guerra mundial con los primeros cazas a reacción, dado que le resultaba imposible a los aviadores saltar en paracaídas de esos aparatos como lo hacían tradicionalmente en el caso de las aeronaves de motor convencional. Acá tenemos unas vistas en cámara lenta de estos artilugios.

Como ven, no se trata de un entretenimiento sino de un instrumento de por sí peligroso cuyo uso solamente resulta razonable cuando permanecer en la aeronave resulta aún más peligroso que ser eyectado.



En un par de ocasiones me preguntaron por qué no se podría dotar a las aeronaves comerciales de estos artefactos, pero la realidad es que no resulta factible por numerosas razones. El coto es una de ellas: un asiento eyectable cuesta millones de dólares. Le agrega peso a la aeronave, le quita volumen interior dado que requiere de una compleja instalación, requiere además de modificaciones sustanciales en la aeronave para permitir que el asiento salga de su estructura de forma segura, y requiere de mucho entrenamiento para su uso.