Sí, es cierto, el FMI es también otra clase de mafia, pero la desgracia para los ciudadanos del mundo es que estamos rodeados de ellas, y a esas las llamamos "instituciones". Pero no perdamos de vista las cosas, porque la verdad es que acá, desde este lado, tenemos más para criticarnos.
Incluso en países o con gobiernos que se oponen con retórica al FMI, el hecho de que aquella organización sea oscura no quiere decir que los críticos estén iluminándonos con una llama sagrada... Pongo por caso a la Argentina, que no pagó su deuda externa. Es cierto que el FMI especuló con el asunto, y a eso se llama estafa, pero también es cierto que el estado Argentino se comprometió a pagar cosas que después no pagó. Eso es una estafa también y yo, lamentablemente, vivo en un país estafador, gobernado por estafadores que son votados o tolerados por personas que necesariamente tenemos que ser tontos o estafadores también.
Los estafadores de baja ralea de acá se creyeron suficientemente vivos como para entrar en tratos con el FMI, y aquellos se creyeron inmunes... así terminó todo. Y ahora todos tenemos que pagar las consecuencias de ese desastre, entre otras cosas, con más impuestos que tengo que pagar al mismo tiempo que el estado me debe dinero a mí. Yo no me puedo atrasar ni un solo día, pero a mí me deben dinero durante años y se hacen los tontos frente a cualquier reclamo.
Si quisiera hacerles un juicio no se puede, pues el estado es "inembargable"; bajo la jurisprudencia argentina - verdadero papel sanitario - el estado está por encima de la ley. No es posible hacer reclamos salvo que, claro, uno vaya a una oficina pública con uno de esos cinturones con explosivos que se usan tanto en medio oriente; ahí sí que van a escuchar, pero no es mi estilo.
Estoy cansado de tener que pagar el precio de los errores y expermientos sociales, ideológicos y económicos a los que nos somete esa caterva de malos y perdedores, la peor combinación posible dentro de cualquier espectro de valores éticos o morales. Tan cansado que me pienso borrar de este paraíso de las moscas porque no soy y nunca fuí un estafador, pero siento que si me quedo cerca, necesariamente voy a terminar siendo cómplice, al menos frente a otros.
Francamente hasta me pregunto por qué fue justo acá que a los ingleses se les ocurrió perder tan desastrosamente en dos ocasiones - a falta de una -, en 1806 y 1807. Seríamos como Australia o Canadá. Justo en el único momento en que la naturaleza dictaba que había que hacer mal las cosas - como es constumbre acá - se les ocurrió hacer algo bien...
Es el estado argentino el responsable de haber perjudicado a su propio país - léase: estafado a propios y extraños -, porque si sabían lo que era el FMI ¿para qué se metieron con ellos?, y que nadie me venga con las teorías conspirativas sobre dominación. Sí: la gente del FMI probablemente estuvo pensando en esas cosas, pero ¿por qué no intentaron dominar a Suiza o a Taiwán? Aquellos son países chicos... pero por lo visto seleccionan a sus líderes de un lugar distinto que la verbena. La razón es simple: los tahúres solamente le toman el pelo a los idiotas.
La diferencia entre Suiza y la Argentina - y con ella todos los países de baja calidad - reside en cómo se selecciona a los líderes, y eso va más allá del simple hecho de tener una democracia formal. Puede ser que en el largo plazo, en el muy largo plazo, las democracias solucionen los problemas y se vayan autoperfeccionando, pero lo dudo y no dejo de recordar que Lord Keynes dijo una vez que "en el largo plazo todos estaremos muertos" así que la idea de que tener una democracia es un consuelo no sirve de nada. En un manicomio se puede tener una perfecta democracia pero los candidatos electos van a ser siempre los locos, y nunca los médicos.
Puede ser que la gente pobre sea honesta o deshonesta, y puede ser que la gente rica sea honesta o deshonesta; pero para mí es mejor estar en una vereda de cien metros donde hay estacionados tres o cuatro Porsches o Rolls Royces que tres o cuatro mendigos. La pobreza es una tragedia y no un motivo de orgullo o para resaltar con ideas de "el sur oponiéndose al norte" y esas tonterías. Y eso no quiere decir que yo sea un capitalista a ultranza: a quienes hablan y hablan de esas cosas les recomiendo que miren hacia Suiza, Suecia, Dinamarca, Noruega, Islandia, Finlandia...
Ninguno de esos países es parte de ningún imperio o está confabulado con el FMI ni con nadie, pero todos esos, sin excepción, están entre los países de mejor estándar de vida del mundo. Ah! Y son marcadamente socialistas, pero socialistas en serio. Entonces ¿por qué es que ahí se vive bien? ¿Y por qué en países capitalistas como EE.UU. o el Reino Unido se vive bien también? Porque ahí, sean socialistas o derechistas, tienden a elegir a su propia élite, a lo mejor que tienen.
Son - somos, aunque ya me estoy despegando - los habitantes de este lugar, por no llamarlo de otra manera, los que como dije, aceptan o toleran a semejante stock de coque como el que siempre nos han gobernado: recordemos que el partido peronista, además de haber traído a generales de la Waffen SS y a terroristas del Hezbolláh para estos pagos, acuñó la celebérrima frase "alpargatas sí, libros no", y son esos ñatos los que manejan las cosas por acá.

Gente que desprecia los libros y que se vanagloria en su falta de capacidad.
Es cierto que cuando algo te toma desprevenido uno puede no reaccionar con rapidez... pero ya son años, décadas.
Sencillamente, esto es una entidad no confiable para nada, que nunca respeta sus acuerdos honestos, pero sí los que hace cuando se trata de ocultar algún criminal nazi o cuando los políticos se cubren sus espaldas.
Es una sociedad que no tiene valores culturales y sociales conducentes al éxito sino a la mediocridad y el comportamiento de pandilla. Acá se glorifica al perdedor y al inútil, y por eso es que la sociedad elige a inútiles para gobernar, que como no encuentran en la cabeza una neurona libre parta tener una idea original y hacer dinero lícitamente con eso, se meten en la política porque ahí pueden robar.
Es una entidad a la que le importa nada de nada la suerte de sus habitantes o la consecuencia de sus actos, y esto ha sido así por lo menos durante el último medio siglo, sin importar si se trataba de gobernantes de derecha, izquierda, civiles o miltares. Latinoamérica es medieval, y para que llegue el progreso falta mucho más tiempo del que podemos esperar.
Con un estado y una sociedad así no hay país que pueda progresar. ¿Alguien ha visto alguna vez a un criminal que llega a ser anciano?