Hasta no tener enfrente nuestro un aparato de tales características no podemos dar por cierta una hipótesis semejante pero sí, es cierto que en el caso de muchas industrias un competidor grande y establecido compra a uno más chico con el objeto de hacerlo desaparecer. Casualmente hace una semana estuve hablando con una persona que tenía hace años un avión denominado Meta Sokol, producido por Skoda, de Checoslovaquia durante la era comunista.
El avión tenía un motor Walther de 230 HP que consumía catorce litros de combustible por hora; el hombre este es mecánico aeronáutico así que sabe de motores, pero dijo que nunca logró entenderlo muy bien porque era muy complejo. Esos motores se dejaron de fabricar sin que se supiera muy bien por qué. Hoy en día los motores aeronáuticos de esa potencia consumen en el orden de los cuarenta y cinco litros por hora. Los únicos que pueden haberse beneficiado con esto son los otros fabricantes de motores aeronáuticos y los expendedores de aeronafta.
El medio ambiente seguro que no porque la nafta de aviación llamada 100LL, que es la estándar, tiene muchos aditivos, incluyendo plomo.

.

.