Ir cuesta abajo es en realidad más cansador – y más peligroso también – que subir una pendiente, especialmente si se lleva una mochila pesada. Hay que contar con que habrá que efectuar más descansos en los descensos, especialmente los prolongados, que en los ascensos.



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Este cansancio (desde el punto de vista fisiológico y biomecánico) probablemente se deba principalmente a que cuando realizamos una bajada los músculos más involucrados en la acción motriz se contraen mayormente de forma "excéntrica". Es decir, se "estiran" (o hacen la acción de estirarse), tensándose para "frenar" la fuerza de gravedad.

Está demostrado que en este tipo de acción muscular se involucra más la fuerza, mientras que cuando caminamos hacia arriba, el tipo de contracción que principalmente se realiza (si se mantiene un ritmo constante, sin paradas abruptas) es "concéntrica". Es decir, los músculos involucrados en la acción motora se acortan o contraen atrayendo los extremos de las articulaciones (o tendiendo a ello) para poder efectuar la marcha.



Vale la pena aclarar, sin embargo, que el análisis de un simple movimiento humano como puede parecernos la marcha, es de una complejidad asombrosa, y debe dividirse en muchas fases donde la acción de los músculos pasa de realizar contracciones excéntricas, a concéntricas, pasando por las isométricas (es decir, cuando se mantiene invariable la longitud del músculo, por ejemplo, cuando nos inmovilizamos en una pendiente). Y esto se multiplica por cada articulación que se vea involucrada en el movimiento junto con los correspondientes grupos musculares que la accionan.

Por ejemplo, en el caso de la marcha deberíamos analizar por separado (al menos):

- la acción de los principales músculos que mueven la articulación de la rodilla.
- la acción de los principales músculos que mueven la articulación de la cadera.
- la acción de los principales músculos que mueven la articulación de la tobillo.

y para cada fase de movimiento en función del movimiento completo que se analiza.

Por lo tanto, lo que acabo de explicar más arriba no puede entenderse más que como un pequeño esbozo, para hacerse una idea de porqué puede resultar más cansador una bajada.

En Andinia, puede adicionalmente leerse sobre los distintos y sobre los distintos

Es cierto, pero hay que destacar también que la creencia - bastante común - de que bajar es menos cansador, muchas veces lleva a subestimar las distancias a recorrer y al tiempo necesario para hacerlo.

En nuestros viajes de exploración a la montaña solemos completar el regreso en menos tiempo que la subida, pero esto se debe a un par de factores:

- el tener menos peso en las mochilas (porque ya consumimos prácticamente todas las provisiones en la estadía)

- el estar habituados a la marcha por terrenos irregulares, luego de varios días de camino

Si, en cambio, el viaje de exploración fuera partiendo hacia un lugar más bajo, probablemente esta primer bajada nos costaría mucho más que la subida del regreso, no solamente por los dos factores antedichos sino también porque el hecho de frenarnos a cada paso implicaría el esfuerzo que detalló Federico.

Y también sería más peligroso, porque al cansarse en la bajada uno podría caer de frente lastimándose el rostro y las manos (si uno cae de espaldas simplemente se sienta o golpea la mochila que lleva a cuestas), o bien dejarse llevar por la bajada y comenzar a ganar velocidad, llegando al extremo de no poder frenar o desbarrancarse o caer "rodando" o intentar frenar con los brazos extendidos... y fracturárselos.


Una interesante bajada por un glaciar nevado... ¿se imagina caer aquí y bajar unos 500 metros rodando en una bola de nieve?

Un error bastante común que comete la gente es empezar a correr cuesta abajo. De más está decir que en caso de sufrir un tropiezo, las heridas probables en un sitio lleno de piedras afiladas, ramas, cañas, etc. pueden ser importantes.

Además, el correr cuesta abajo implica necesariamente tener que hacer un mayor esfuerzo para frenar.

Esto se relaciona con que aproximadamente el 80% de los accidentes se producen en montañismo (según las estadísticas) al bajar. Esto pasa porque normalmente los que se dedican exclusivamente a subir montañas (algo que no es el objetivo primario de las expediciones del Gea, sino un objetivo paralelo supeditado a la exploración), al bajar no sólo están más cansados (y por lo tanto, físicamente más imprecisos) sino ya cumplieron su meta, y por eso suelen "relajarse" y prestar menos atención.

No olvidemos que si bien se puede subir y bajar una montaña por el mismo camino, también se la puede subir partiendo de un punto por un camino, y bajarla llegando a otro por una senda distinta. Los factores que mencioné antes (cansancio y "relajación") sumados al de un camino que no se acaba de transitar, y muchas veces desconocido hasta ese momento, es lo que se presume eleva tanto el riesgo de accidentes en estos casos.

Curiosamente, una buena proporción de los accidentes de aviación se producen durante el aterrizaje. Si bien es una maniobra compleja que se realiza siempre en un espacio aéreo congestionado y donde hay un mayor riesgo de colisión, hay factores humanos que influyen y el hecho de querer finalizar ya un viaje que puede ser largo y cansino podría tener algo que ver también.

Habría que ver si en los viajes en coche no pase algo parecido...en principio se sabe que muchos de los accidentes en ruta son por cansancio. Sin ir más lejos, ayer un compañero vino lesionado (brazo fracturado, golpes en la cara) porque se durmió al volante y se salió de la carretera...evidentemente el cansancio influye, y al medida que pasa el tiempo se acumula, esto trae muchas veces consecuencias inevitables.

Por eso hay profesiones y actividades en las que se exige un máximo de horas si se quiere rendir realmente, y hacer más no sólo es ilegal (si se está en un país en serio) sino peligroso. Con los pilotos comerciales pasa eso, pero se sabe que en muchos países (al menos en Argentina y España, que yo sepa) hacen más horas que las reglamentarias, lo que sube la probabilidad de accidentes aéreos...

Pasa eso y más también con los pilotos. Te digo que cada vez confío menos en las aerolíneas.